lunes, 2 de marzo de 2020

Vivo libre bajo mi propia bandera

Hola bichos,

De nuevo vuelvo al blog para traeros un manga especial, una historia que llevaba en mis pendientes muchísimo tiempo y con la que tenía una deuda personal. Creo que este año estoy más metido en la historia del manga que nunca y tengo cada vez más y más ganas de leer clásicos que en su día marcaron un hito y  contribuyeron a la expansión, crecimiento y evolución del medio. El manga que os traigo hoy en concreto sembró la semilla de la rebeldía y marcó a muchos jóvenes (y no tan jóvenes) en Japón, y a mi, que gracias a mi hermano he podido disfrutarlo en una edición de lujo, por supuesto que también me ha marcado bastante.
Sin más rodeos hoy os hablaré de Capitán Harlock, serie manga de Leiji Matsumoto que data de 1977, y que se ha convertido en la ópera prima del mismo. Aún hoy se siguen creando historias canónicas sobre este manga que se volvió tremendamente popular, no solo en japón sino en occidente también, pero ¿qué diferencia a Capitan Harlock del resto del Leijiverso? Pues no sé si puedo o soy el más indicado aquí para hablar sobre ese tema, y dado que no conozco todo el contexto, me limitaré a daros mi opinión sobre el manga a ver si eso arroja algo de luz al tema, o por lo menos os anima a introduciros en la obra de su autor y descubrirlo por vosotros mismos.
Leiji Matsumoto es bién conocido en el mundo del manga por ser uno de los principales creadores de manga de ciencia ficción, en concreto del género space ópera, es decir, historias llenas de personajes que se lanzan al espacio en sus impresionantes naves en pos de la aventura fuera de los límites terrestres que conocemos. Capitán Harlock no es una excepción, en su argumento nos encontramos con la posible invasión de una raza alienígena sobre una tierra plagada de humanos pasivos cuya única preocupación es que no les molesten en sus insulsas vidas, y cuyo único protector es un pirata espacial llamado Harlock, un personaje tan misterioso como atrayente. Nuestro protagonista, Tadashi Daiba, pierde a su padre a manos de esta raza alienígena y se topa con el capitán, que le da una nueva perspectiva de la vida y le invita a subirse a bordo de su nave La Arcadia.
Hoy por hoy contamos con muchísimas historias del estilo, inclusive algunas de las series de ciencia ficción más populares tienen temáticas similares, pero hay que tener en cuenta que esta es una historia de los años 70, cuando era dificil despuntar en este campo con algo que destacase debido a la popularidad que la carrera espacial entre EEUU y la URSS habían tenido la década anterior.
Lo primero que comprendí al leer esta historia fue en lo que había influenciado, tanto la propia historia, como la corriente de pensamiento de la misma a historias posteriores e incluso fuera de Japón. No podía evitar sacarle parecido al propio Harlock con una de las figuras más importantes del que probablemente sea el manga de piratería más famoso del mundo, hablo de One Piece y de Gold Roger, en donde también descubrimos a un personaje capaz de ir contra el mundo para alcanzar su objetivo, que en gran medida está relacionado con proteger al mundo, aunque de maneras distintas y, en el caso de Roger, por puro egoismo jeje. Pero es que este no es el único ejemplo que se me ocurre, porque hace poco que me leí la historia de Adam Warlock y Thanos en el universo Marvel y no podía dejar de pensar en las muchas similitudes que tenían entre ellas (no solo el nombre de sus protagonistas), osea, me parece muy dificil que la obra de Leiji Matsumoto influenciara al creador de Adam Warlock de manera directa, pero no me parece del todo descabellado que una década después de la publicación de capitán Harlock el autor se viese arrastrado por la corriente de pensamiento y por su influencia en la creación de una historia diferente pero similar en muchos aspectos, y que daría para un analisis en profundidad en un post aparte.
Pero todo esto son divagaciones mías, lo que si es un hecho es que Leiji Matsumoto creó un referente en el mundo del manga, un punto de partida en la ciencia ficción en Japón y un personaje icónico que hizo las delicias de los lectores de la época, aún con los muchos defectos que se le pueden sacar a la obra. Esto último no lo digo por hacerme el interesante criticando una obra mundialmente reconocida, pero es que si habéis leído Capitán Harlock, vosotros mismos os daréis cuenta de que la consistencia no es uno de sus fuertes, yo por ejemplo, sin mucho esfuerzo saqué dos "gazapos", por llamarlos de alguna manera, del argumento de la obra, que además son tan gordos que me hicieron dudar incluso si no sería un error de traducción por parte de Norma Editorial en España a la hora de publicar la edición que he leído yo, pero por lo visto parece que no, que realmente es que Leiji Matsumoto no ponía tanto empeño en el guión como en el dinujo de sus maravillosas naves. Aunque también puede que esté siendo injusto porque en la otra única obra que he leído del autor, Queen Millenia, no encontré ningún error argumental grave, puede que sea simplemente algo anecdótico de la obra, aunque eso no lo sabré hasta que no me haga con más cosas del señor Matsumoto, como por ejemplo Queen Emeralda, mencionada en Capitán Harlock, una de las responsables de esos fallos argumentales, y obra cuya licencia en España se anunció en el pasado salón del manga de barcelona, y que yo por lo menos estoy deseando leer.
Sobre el dibujo muy poco puedo decir, esta época no es la mejor del arte de Leiji Matsumoto, pero como siempre sus escenas con naves surcando el espacio y enfrentandose entre ellas son increibles. Se nota mucho la influencia de Tezuka en él del tiempo que le sirvió de asistente y me gusta esa misma manía que tiene, y que tenía el propio Tezuka, de usar a sus personajes como si fueran actores en direntes obras, con diferentes nombres en este caso, pero que te dan una sensación de unidad y te parece que estes viendo cine en lugar de leyendo manga.
Si no fuera por esos "Gazapos" que comentaba antes esta obra podría haber llegado muy arriba en mi lista personal de favoritos, pero si que he de reconocer que me ha conmovido a ratos, siempre he sido un firme defensor de la libertad del ser y esta obra tiene mucho de eso, y además me ha dado muchícimas más ganas de introducirme en el leijiverso, porque hoy en día es muy dificil encontrar autores que hagan varias obras a lo largo de su vida y que todas conformen un mismo universo, eso es algo que se da más en el comic américano, del cual estoy seguro que Leiji Matsumoto está muy influenciado también, lo cual cerraría un círculo precioso de influencia teniendo en cuenta lo que he dicho antes sobre el comic de Adam Warlock (si fuera realmente cierto).
Esta son el tipo de obras que pasan desapercibidas hoy en día porque tienen más valor histórico que entretenimiento factible, osea yo no me imagino a alguien nuevo que no esté interesado en la historia del manga o del propio autor o tenga experiencia en manga clásico disfrutando de esta obra, porque tiene momentos muy de comic viejuno, de ese que hoy día se nos haría difícil de leer, como lo del lenguaje pedante que utiliza a ratos como si pretendiese darse más importancia aún, aunque esto también puede ser debido a que con el paso del tiempo este manga ha pasado de ser un shonen dirigido sobre todo a jovenes a ser un Seinen dirigido a adultos con nostalgia sobre tiempos pasados, es lo que tiene que la historia haya envejecido durante algo más de cuatro décadas.
Como último apunte os diré, para ahorraros el trauma que me golpeó a mi, que si no te gusta meterte en historias inconclusas no deberías leer capitan harlock, cuando me acabé de leer este manga y vi que la historia se quedaba a la mitad casi me dieron ganas de matar a alguien, pero supongo que eso animó a que la historia continuase en el presente, supongo que si quiero un final tendré que leerme "Dimension Voyage" que es una reinterpretación de este clasicazo y que, yo supongo, si que llegará a contar con una clausura digna para su historia, o a lo mejor debería leer el comic que hizo en colaboración con francia Leiji Matsumoto, que salió al mercado el año pasado y que, como me dijeron en el salon del manga de barcelona, entra dentro del canon de Capitan Harlock. No lo se, pero lo que sí sé es que tengo como un pequeño malestar, unas mariposillas en el estómago que no se van por culpa de esta historia inconclusa y emocionante, y cuyo único remedio va a ser el mismo de siempre, dejarme los cuartos para seguir leyendo más de este universo creativo.
Me despido recomendando muy fuertemente la lectura de este manga a aquellos que les guste la ciencia ficción clásica, que les guste la historia viva del manga, o que disfruten de los buenos clásicos, un saludo a mi hermano que hizo posible que, después de años de quererlo, por fin lo tenga en mi coleccion, gracias por leerme mis bichos y os veo over here.

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