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miércoles, 13 de julio de 2016

Segunda parada Kioto!

Hola bichos,
Como os prometí aquí estoy con la segunda parte de mi viaje, la cual nos lleva ala antigua capital de Japón y uno de los sitios (como pude comprobar) más turísticos de todo el país, ya que en esta ciudad puedes sumergirte mucho más en la cultura tradicional japonesa, ya que en Tokio era mucho más urbanita y aparte de algún templo poca cosa podías encontrar verdaderamente tradicional de esta cultura.
Parece que a la gente le gusta mucho más lo tradicional ya que en Kioto nos encontramos con un montón de turístas, a diferencia de Tokio donde no encontramos demasiados.
Para llegar a Kioto utilizamos el tren bala conocido como Shinkansen que es una completa pasada lo rápido que va, además de ser comodísimo. En kioto, a diferencia de en Japón, contratamos una habitación que era muy típica japonesa y que era una pasada, en especial los baños, que eran de estos típicos compartidos que vemos en nuestros animes favoritos y que eran verdaderamente relajantes.






Como no nos daban la habitación hasta las cuatro de la tarde dejamos las maletas y nos fuimos a visitar el templo To-ji, que es famoso por tener una Págoda de cinco pisos, la más alta de Kioto, además escogí específicamente el día 21 de Junio para movernos porque este día del mes coincidía que ese templo abría una especie de mercadillo de todo tipo de cosas, se podía encontrar desde objetos de decoración, a kimonos a buen precio, puestos de comida, etc.







Lo pasamos en grande, aunque nos llovió durante toda la estancia de Kioto eso no nos estropeó el viaje, para que están los paraguas!? jajaja.
El siguiente día, después de familiarizarnos durante el primero con la zona de Kioto, nos dirigimos a uno de los barrios más emblemáticos de esta ciudad, el conocido como distrito de las Geishas, el distrito de Gion, en donde, si os soy sincero, nos perdimos entre sus innumerables calles y parques, no puedo recordadar los nombres de todos los templos que visitamos ni de los dos enormes parques a los que entramos, simplemente nos dejamos llevar y acabamos en unas callejuelas que estaban llenas de puestos que vendían recuerdos y que acababan en un templo precioso, además estuvimos también en el Gion Corner, un lugar donde puedes ver espectáculos donde las geishas hacen la ceremonia del té, cantan canciones y hacen pequeñas obrillas de teatro que hacen las maravillas del público, aunque informaros bien de los horarios porque nosotros no pudimos pasar de la puerta ya que no estaba abierto cuando fuimos y no pudimos disfrutar de estas representaciones tan pintorescas, pero aún así fue una visita agradable, además nos hicimos una foto con una maiko que había trabajado como modelo para una revista y que era muy guapa y muy simpática.










Un dato curioso es que a la vuelta, en el puente que cruzamos para entrar al distrito de Gion, nos encontramos con un espectáculo precioso en el que un hombre con una guitarra japonesa tocaba mientras una chica con una voz preciosa cantaba, realmente digno de presenciar.
Y después de semejante caminata que nos metimos, nada mejor que un bañito para relajarnos en los geniales baños del hotel.




Después de un día lleno de emociones típicas de Japón tocaba hacer algo friki de nuevo, y es que estaba deseando visitar uno de los lugares que yo, como aficionado desmesurado del manga que soy, tenía que visitar si o si, me estoy refiriendo al mundialmente conocido museo internacional del manga de Kioto, y es que este edificio hizo que me enamorara de este país, y al mismo tiempo maldijera mi suerte por no poder leer en japonés, porque, aunque había mangas en todos los idiomas (incluido español), si es cierto que muy pocos y que si realmente quieres disfrutar de toda su variedad de lectura has de saber japonés. Pero esto no me impidió disfrutar de sus estanterías llenas y llenas de manga repartidos en sus 3 plantas, además de aprender un poco más de la historia del manga, disfrutar de su exposición sobre Eguchi Hisashi, "The King of Pop" (como Michael Jackson) y hacerme la típica foto con la obra de arte que representa el Phoenix del mítico Osamu Tezuka.
Y después a relajarse a los jardines imperiales, un parque enorme donde se encuentra situado el antiguo palacio imperial de Kioto, y donde pudimos ver a chavales jugando al Baseball, una escena que me recordó a la película "La chica que saltaba a través del tiempo" (película que me encanta por cierto).






Para no faltar a nuestra tradición de excursiones decidimos que el cuarto día lo gastaríamos en la isla de Miyajima, famosa por su impresionante Puerta Tori flotante, que es una de las más grandes de Japón y que realmente impresiona ver, tanto desde el ferry, como desde la propia isla, además tuvimos suerte, porque cuando decidimos que nos volveríamos a casa, de camino al ferry, descubrimos que había bajado la marea y se podía ir andando hasta ella!! me pareció genial la experiencia de poder caminar hasta allí y pasar por la puerta, si se que es un poco absurdo pero a mi me hizo ilusión.
También pudimos subir en teleférico hasta un punto muy alto del monte misen y escalar hasta la cima a pie, lo cual me resulto la experiencia más grata de todo el viaje, ya que, a pesar de la intensa niebla que no dejaba ver nada, daba la sensación de estar perdidos en el fin del mundo y una sensación de paz y tranquilidad que difícilmente voy a poder volver experimentar, además de camino al teleférico pasamos por el parque de Itsukushima que es precioso de ver.
También pudimos visitar el templo, desde el cual saqué probablemente la foto más bonita que he sacado en mi vida (hablo de la tercera), y pudimos asistir a una ceremonia nupcial que se estaba llevando a cabo en ese momento, algo verdaderamente interesante y hermoso.










Además me gustaría mencionar que fue en Miyajima donde comí el mejor ramen, y en general, el plato que mas me gustó de todo el viaje, jamás olvidaré los deliciosos Hiroshima Ramen (llamado así supongo por la proximidad con la ciudad de Hiroshima) que comí en ese coqueto restaurante de la isla.


Para el último día antes del viaje (bueno en realidad era el penúltimo, pero el último lo gastamos en hacer las últimas compras, dejar el hotel, buscar donde guardar las maletas y las gestiones previas al vuelo así que no hice fotos ni nada verdaderamente interesante), elegimos visitar el famoso templo Fushimi Inari, localizado en el monte Inari, y que es muy conocido por ser el templo de las mil Tori, que no es que tenga mil, pero todo el camino que sube la montaña hasta la cima donde se encuentra el templo esta lleno de ellas. Aquí se dio una de las escenas más conocidas de la mítica película "Memorias de una Geisha", y a mi personalmente me encantó subir a la cima del monte Inari pasando por estas puertas como un túnel del tiempo que te remontaba al Japón antiguo.







Y hasta aquí mi viaje a Japón, como ya he dicho me quedó mucho por ver y hacer, pero supongo que no elegí el tiempo que tenía que estar allí de forma inteligente, de todas formas eso solo significa que he de volver para hacer todo lo que me queda por hacer, que no es poco.
Me ha encantado compartir esta experiencia con vosotros, gracias por leerme y espero sigáis formando parte de mi blog por mucho tiempo, un abrazo bichos y os veo over here!

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